lunes, 30 de mayo de 2011

Lo más importante: La prevención

Las medidas preventivas son de total importancia para evitar el contagio con parásitos. La mayoría de ellas se basan en una modificación de hábitos higiénicos y en la educación, es por eso que es necesaria la participación integral del Estado, de la comunidad médica, docentes, padres, entre otros.


Campaña contra piojos

Campañas educativas
A continuación, se listan las principales medidas para prevenir las parasitosis intestinales:

  • Lavarse las manos antes y después de preparar los alimentos, comer, ir al sanitario, etc.
  • Lavar las frutas, vegetales, verduras y todos los alimentos que se coman crudos
  • Desechar la basura de la casa diariamente
  • Si en caso no hay agua potable, hervirla por 10 minutos mínimo o ponerle cloro (3 gotas de cloro por litro de agua)
  • Tener un sistema adecuado de disposición de excrementos 
  • Utilizar zapatos
  • Alimentarse adecuadamente
  • Mantener la vivienda, pisos, paredes y alrededores limpios y secos
  • Evitar el contacto directo con lodo, tierra, arena, entre otros; en donde exista contaminación fecal
  • Evitar ingerir alimentos en ventas callejeras o lugares con deficientes condiciones sanitarias

Clasificación de los parásitos

Los parásitos pueden ser protozoarios (organismos eucariotas unicelulares del reino Protista), helmintos (organismos eucariotas pluricelulares del reino Animalia) o artrópodos. 




Los céstodos se clasifican según la forma en:

  • Nemátodos: Son gusanos ciclíndricos, tienen sistemas digestivos completos y órganos sexuales distintos.
  • Céstodos: Tienen forma acintada y pueden alcanzar un enorme tamaño. Su cuerpo está dividido en segmentos. No disponen de un sistema digestivo y absorben los nutrientes a través de la pared corporal blanca desde el intestino del huésped. Son hermafroditas. Un ejemplo son las tenias.
  • Tremátodos: Gusanos planos en forma de hoja y con un sistema digestivo incompleto. Pueden ser hermafroditas o tener órganos sexuales distintos.

Existen diversas formas de clasificar a los parásitos. A continuación, presentamos cuatro de ellas:

  • Parásitos facultativos: Aquellos que pueden vivir de forma libre o parasíticamente.
  • Parásitos obligados: Aquellos que son dependientes del huésped. Viven sólo parasíticamente.
  • Parásitos accidentales: Aquellos que por accidente causan daño a una especie distinta. Ej. Pulga de perro pica a humano.
  • Parásitos oportunistas: Aquellos que parasitan cuando el organismo está comprometido inmunitariamente. Ej. La bacteria E. coli que forma parte de nuestra flora bacteriana normal.
  • Endoparásitos: Aquellos que viven dentro de un organismo. Ej. Parásitos intestinales causan infección.
  • Ectoparásitos: Aquellos que viven en la parte externa del hospedero. Ej. Las pulgas causan infestación.
  • Monoxenos: Aquellos que habitan en un sólo huésped.
  • Heteroxeno: Aquellos que habitan en varios huéspedes.


Entonces, ¿qué es un parásito?

Habíamos hablado de que parasitismo era la interacción que ocurre cuando un organismo vive a expensas de otro y le inflige daño. En esta entrada explicaremos más esa relación.

Se llama parasitismo a la relación que se establece entre dos especies. En esta relación se distinguen dos factores biológicos: el parásito y el huésped. El parásito es aquel que vive a expensas de la otra especie, a la que se denomina huésped.



El parásito compite con el consumo de las sustancias alimentarias que ingiere el huésped o, incluso, de sus fluidos, como la sangre. Esto afecta a la nutrición de diversas maneras. Un ejemplo ocurre cuando el parásito se alimenta de la sangre y provoca una pérdida de hierro y otros nutrientes. También, los parásitos promueven cambios en las paredes del intestino, constituyendo un factor que reduce la superficie de la membrana intestinal dedicada a la absorción. A causa de esto, no se absorbe bien las grasas, carbohidratos, proteínas y muchas vitaminas.


Parásitos intestinales


Las parasitosis intestinales son infecciones producidas por parásitos cuyo hábitat natural es el aparato digestivo. 
Parásito intestinal
Las infecciones por parásitos intestinales constituyen un importante problema de salud pública, por sus altas tasas de prevalencia y amplia distribución mundial, sobretodo en regiones tropicales y subtropicales.

La población más infectada es la infantil debido a su inmadurez inmunológica y poco desarrollo de hábitos higiénicos. 


Niño con parásitos en la barriga
El método de contagio es casi siempre a través de la siguiente vía: ano-mano-boca, sin embargo, también se contagia por alimentos contaminados, agua contaminada, suelos contaminados, entre otros.

Algunas de las consecuencias de los parásitos intestinales son:
  • Anemia
  • Bajo peso
  • Desnutrición
  • Retraso intelectual y físico
  • Diarrea
  • Dolor abdominal
  • Inapetencia
  • Irritabilidad
  • Bruxismo
  • Trastornos de sueño
  • Descenso de productividad

Y algunos factores de riesgo son los siguientes:
  • Deficientes condiciones sanitarias
  • Bajo nivel socio-económico
  • Mala disponibilidad de agua
  • Inadecuada eliminación de excretas
  • Climas tropicales

Historia de los parásitos

A través del tiempo, todas las especies de animales aprendieron a sobrevivir en convivencia con otros y desarrollaron diferentes capacidades para obtener su alimento. Incluso los organismos microscópicos, ya que se desarrollaron en un ambiente que les proporcionaba los nutrientes necesarios para su reproducción y permanencia. 




Con la evolución, los organismos más grandes adquirieron de manera accidental a los microorganismos. Por ejemplo, si estos últimos se encontraban en el agua y otro organismo mayor entraba en contacto con ellos al beber agua, los incorporaba a su cuerpo. Si ambos permitían la relación, esta se mantenía esta hasta que alguno moría.


Microorganismos en agua


Dentro del cuerpo, el microorganismo se reproducía y secretaba y excretaba sustancias que podían desencadenar reacciones que beneficiaban o perjudicaban al organismo mayor. Es por eso que las diferentes relaciones tomaron distintos nombres:


Mutualismo
Ambos simbiontes se benefician y son dependientes entre sí.


Comensalismo
Uno de los simbiontes vive a expensas de otro, sin causarle daño.


Parasitismo
Un organismo vive a expensas de otro y le inflige daño.


Cymothoa Exigua: parásito que come lengua de pez