Los parásitos pueden ser protozoarios (organismos eucariotas unicelulares del reino Protista), helmintos (organismos eucariotas pluricelulares del reino Animalia) o artrópodos.
Los céstodos se clasifican según la forma en:
- Nemátodos: Son gusanos ciclíndricos, tienen sistemas digestivos completos y órganos sexuales distintos.
- Céstodos: Tienen forma acintada y pueden alcanzar un enorme tamaño. Su cuerpo está dividido en segmentos. No disponen de un sistema digestivo y absorben los nutrientes a través de la pared corporal blanca desde el intestino del huésped. Son hermafroditas. Un ejemplo son las tenias.
- Tremátodos: Gusanos planos en forma de hoja y con un sistema digestivo incompleto. Pueden ser hermafroditas o tener órganos sexuales distintos.

Existen diversas formas de clasificar a los parásitos. A continuación, presentamos cuatro de ellas:
- Parásitos facultativos: Aquellos que pueden vivir de forma libre o parasíticamente.
- Parásitos obligados: Aquellos que son dependientes del huésped. Viven sólo parasíticamente.
- Parásitos accidentales: Aquellos que por accidente causan daño a una especie distinta. Ej. Pulga de perro pica a humano.
- Parásitos oportunistas: Aquellos que parasitan cuando el organismo está comprometido inmunitariamente. Ej. La bacteria E. coli que forma parte de nuestra flora bacteriana normal.
- Endoparásitos: Aquellos que viven dentro de un organismo. Ej. Parásitos intestinales causan infección.
- Ectoparásitos: Aquellos que viven en la parte externa del hospedero. Ej. Las pulgas causan infestación.
- Monoxenos: Aquellos que habitan en un sólo huésped.
- Heteroxeno: Aquellos que habitan en varios huéspedes.
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