A través del tiempo, todas las especies de animales aprendieron a sobrevivir en convivencia con otros y desarrollaron diferentes capacidades para obtener su alimento. Incluso los organismos microscópicos, ya que se desarrollaron en un ambiente que les proporcionaba los nutrientes necesarios para su reproducción y permanencia.
Con la evolución, los organismos más grandes adquirieron de manera accidental a los microorganismos. Por ejemplo, si estos últimos se encontraban en el agua y otro organismo mayor entraba en contacto con ellos al beber agua, los incorporaba a su cuerpo. Si ambos permitían la relación, esta se mantenía esta hasta que alguno moría.
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Microorganismos en agua |
Dentro del cuerpo, el microorganismo se reproducía y secretaba y excretaba sustancias que podían desencadenar reacciones que beneficiaban o perjudicaban al organismo mayor. Es por eso que las diferentes relaciones tomaron distintos nombres:
Mutualismo
Ambos simbiontes se benefician y son dependientes entre sí.
Comensalismo
Uno de los simbiontes vive a expensas de otro, sin causarle daño.
Parasitismo
Un organismo vive a expensas de otro y le inflige daño.
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Cymothoa Exigua: parásito que come lengua de pez |